Cercos
en el cielo con helicópteros, edificios que no se sabe qué ocurre adentro. El
sonido de los pájaros en la mañana está mezclado en las cúpulas de los árboles,
hay gente agradable en el lugar. Al pasar los días se nota el desgano y la
falta de conducción en los trabajos. Casi no hay comunicación entre unidades,
puede un funcionario llevar 20 años en el lugar y no sabe cómo se están haciendo
las gestiones, no sabe cuándo a un edificio se le ha cambiado el nombre o no
saben con quién tienen que hablar si necesitan algo administrativo. Malas terminaciones, apología a lo feo, cambios
constantes, sacan y cambian piezas de un lugar, adentro no hay belleza, son
espacios funcionales, paredes sucias. Se sigue hablando bajito, o pidiendo un
favor a alguien que es buena persona. Las conexiones eléctricas no dan abasto.
Cambian chapas de puertas, cambian llaves, cambian las cosas de lugar para que
otros no las usen.
Prohibido
correr en las escaleras, prohibido abrir las ventas, prohibido comer,
PROHIBIDO.
Apitutamientos,
operadores políticos, malos tratos, recarga laboral a la gente nueva, programas
nuevos que se van al carajo por “falta de recursos”, gallitos entre empresas
externas y empleados públicos, persecución a honorarios, falta de
esclarecimientos sobre procesos internos de la institución, caserío de brujas, patrañas
y enroques. Cuestionamientos de bonos, distintos tipos de contratos, el
reemplazo del profesional que está con licencia siquiátrica, quizás fue un
profesional que de verdad necesitaba urgente un respiro de libertad. Todos
quieren mandar, pocos acatan. Un señor arrastra los pies al caminar, refleja un
andar cansado y aburrido de la forma en que nos condicionan para mantenernos en
el lugar de trabajo.
Militancias.
Falta de transparencia frente a listados de personas que pasarían a ser
contrata, antes siendo honorarios. Falta de transparencia frente a listados de
personas que recibirán más grados antes de jubilarse, falta de transparencia
sobre la información que circula al interior de cualquier institución pública. Papeles
aprobados durmiendo en carpetas. Anhelo de voluntad para que los procesos sean
mejores.
Ya no se saca el pan como una flor. Malas lenguas,
gallitos de poder entre profesionales, unidades que por a, b, c, d motivo nacen, unidades que se cierran y que el
amiguismo salva disfrazando otra unidad. Gente reclamando porque el tomate no
tiene pepas, gente hablando todo el día hasta por los codos porque no tiene más
que hacer. Carencia de liderazgo. Gente diciéndole a otro desde recursos
humanos que legalmente no existe en la Institución y que este mes no habría pago
de sueldo. Hablando por debajo, buscando el
prejuicio, buscando clasificar a la persona, buscando aburrirte para que
te vayas sin reclamarle a nadie.
Inmigrantes,
migrantes que no nos comprenden, quizás no saben que el mundo laboral no está
bueno ni para los que nacimos aquí, las familias siguen conteniendo lo que sea,
en su mal o bien proceder.
Protestas
de honorarios, gente en la calle gritando y vociferando justicias. Hasta el
camión de cervezas se quiere sumar a lo que sucede, porque a río revuelto
ganancia de pescadores. Madres pidiendo un cupo en la sala cuna, señoras
mayores no queriendo jubilar porque no quieren ir a casa a morir. Gente al
atardecer bailando una cueca callejera antes de que llegue el guanaco. Gente
vociferando canciones con el temor de recuerdos de décadas anteriores. Persecución interna, paranoia, estrés, pánico, despidos a
contratas, gente despedida y elegida al dedo por algo subjetivo que nadie supo
y que nadie nunca se va a meter. El amiguismo,
el poco y nulo liderazgo, los arreglos bajo cuerda que se cometen a diario,
terremotos de despidos a mitad de año, gremios con dirigentes pasados a rollo,
como si fueran rockstar, se creen importantes y de seguro que no saben cocinar
ni una cazuela. Miradas defensivas, ofensivas y de desconfianza. Gente con
terno y corbata con actitud de “chanta” en plazas de trabajos públicos.
Y las
palabras que se escuchan son; ES QUE EN TODAS PARTES PASA LO MISMO. Los profesionales mirando a otros por el
hombro, cuidadosos de sus privilegios, arribistas, miradores en menos y
temerosos de la autoridad. Funcionarios queriendo ser lo que no son, buscando
dar órdenes a quién sea. Odio, rabia,
violencia, dejación, pueblo sumiso, resentimiento, consumo, materialismo.
Pareciera como si recibieran una orden para no dejarnos dormir y que el
sistema, lo que se entienda por sistema siga funcionando.
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