15.8.11

Violeta se fue a los cielos...pero esta aquí


Violeta se fue a los cielos, es el título del libro escrito por Ángel Parra, hijo de la artista. Publicado por la editorial Catalonia en el año 2006.

La película basada en el libro, lanzada recientemente por el cineasta Andrés Wood, película muy esperada por la audiencia chilena, muestra a Violeta tal como ella fue. Un ser irascible, dominante en algunos momentos de su vida, impetuosa, de origen rural y con una consecuencia constante en la forma de llevar su vida.

La película en si la muestra como una artista por sobre todo, con los tiempos de los artistas que a ratos no colindan con los tiempos de las personas convencionales. Me parece que hay una diferencia entre observar y disfrutar lo que un artista entrega a través de su obra y observar las características o la personalidad de nuestra Violeta.

Aquí vemos a una mujer que trabajó toda su vida por reunir música folklórica, por rescatar la cultura de la gente de campo, por cantar también sus propios temas, de hecho en Wikipedia dicen que en algunos casos su música contiene aires beethovenianos, en canciones como Gavilán, por ejemplo, donde muestra su propio carácter y fuerza interior en las melodías que creaba, o también el tema Mentiroso, donde muestra su gran talento al crear disímiles ritmos musicales. Menciono estos temas a muestra de un botón, ya que la amplia gama musical de Violeta refleja su gran versatilidad y entrega a la creación melódica.

Violeta rural, luchadora, artista plástica, campesina, simple, poeta, tejedora, escritora, recopiladora, pintora, escultora, cantante, su vida completa dedicada a la música, al baile folklórico, a mostrarse en distintos escenarios, manifestando a través de eso lo que sentía por los campesinos, siempre pobre, con su carpa, quien ella misma llamó “la universidad del folklor” levantada con los pocos recursos que contaba, esperando a la gente, ateniéndola con comida, entregando sus canciones. Violeta amante también, Violeta madre, una madre muy particular, da la sensación de que Violeta fue una mujer más bien para seguir sus ideas, una mujer que nació con un camino ya formado, crear, mostrar su obra en los escenarios, recibir aplausos y buscar un nuevo escenario, un ser impetuoso, inquieta intelectualmente, trotamundos, expuso sus pinturas en uno de los museos más famosos de Francia, el Louvre, en París, también visitó Polonia, entre muchoa otros lugares.

A ratos sentí que Andrés Wood se sintió influenciado por un documental realizado anteriormente por Luis Vera titulado Viola chilensis: La vida y obra de Violeta Parra, me refiero a las entrevistas que se muestran en este documental, que Violeta Parra dio en Europa, cuando muchos críticos y gente relacionada con el arte, la observaron como una artista dotada de un carácter y talento único.

En este documental Luis Vera entrevista a muchos amigos de Violeta, quienes dieron testimonio de cómo fue la artista en vida, también entrevista a gente común, les pregunta cuales son las ideas sobre Violeta o como es en el imaginario de los chilenos. Muchos dijeron que Violeta representa ese Chile rural, ese Chile de campo, las raíces del folklor, el rescate de las canciones que cantaron las mujeres, mujeres que no sabían escribir, y que en Violeta encontraron la forma de inmortalizar las letras y los ritmos de las canciones que se cantaban en los pueblos del sur de Chile

Sin duda hay que ver esta película, sentir el olor a eucaliptus que mágicamente Andrés Wood lo logra, hay una imagen de un ojo, que aparece a ratos, me gustó mucho esa imagen.

"Escribe como quieras, usa los ritmos que te salgan, prueba instrumentos diversos, siéntate en el piano, destruye la métrica, grita en vez de cantar, sopla la guitarra y tañe la trompeta. Odia las matemáticas y ama los remolinos.
La creación es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta".
Violeta Parra

“Y gracias al padre de Violeta, que le dejó de regalo la guitarra, llena de pájaros"



Frases del libro

Me conformo con mantener la carpa y trabajar esta vez con elementos vivos, con el público cerquita de mí, al cual yo puedo sentir, tocar, hablar e incorporar a mi alma. Violeta Parra 1966 p. 13

Espartana. Quillay, orina, huevos para que el peli quedara limpio y brillante, ajo, limón y cebollas, diferentes cataplasmas. Hacía desaparecer lunares grandes amarrándolos con un pelo de su abundante trenza. Al día siguiente, desaparecían. De tal palo tal astilla, mi abuela era igual.

Ruda, paico, matico, hierba buena, tilo, sal de mar y muchas otras combinaciones para los males pasajeros. En mi casa nunca se compraban remedios, ni la aspirina a la que el tío Roberto le atribuía virtudes mágicas y con las cuales mi abuela lo chantajeaba humorísticamente. p.167

Volé por las calles de París. Le llevé la noticia como quien lleva un tesoro entre los dedos, no podía caerse, quebrarse, perderse. Fui absolutamente feliz de ser el ángel mensajero.

Me recibió diciendo, “tus pasos en la escalera me avisaron, sé que me traes buenas noticias. Posteriormente le escribió a una amiga diciéndole: ´´Ángel traía el sol en su cara y eso era lo que yo esperaba”. Nada más. p. 178


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