Cerda piel es una obra
con cuatro capítulos. Simples pieles,
Amoríos, Estación terminal y Pieles
complejas. Texto poético que invita a una mirada crítica en torno a cómo
nos comportamos en nuestras vidas, en cómo nos quedamos paralizados, de manera cabizbaja
no entendiendo, es decir no viviendo. Los versos de Ignolia Mardones son
una invitación a despertar, tiene fuerza y coraje para revelar de manera
poética lo que percibimos muchas veces pero no lo decimos, quizás por nuestra idiosincrasia u otras
razones.
La artista rescata y
realza el mundo indígena, trayéndolo al centro de nuestra atención como un
intento de reivindicación a la cosmovisión de los pueblos originarios, que
tanto nos hace falta hoy y siempre en el rescate de los espacios identitarios
de nuestra cultura.
Hay poemas de la
artista que denotan la carencia humana, la carencia confundida con el consumo,
con el cotidiano, con ese algo que nos hacen comprar para cubrir alguna
falencia que llevamos dentro. De alguna manera, escribe que hay emociones en nuestro interior
que no se logran cubrir o encerrar, están ahí para bien o para mal, son parte
de lo humano. Quienes hemos tenido el placer de verla recitar en vivo hemos
podido presenciar la fuerza vital de la poeta, que no tan sólo busca promover
su obra sino que también participa de la constante retroalimentación en
espacios culturales dispuestos para la interacción con la gente y los creadores
de hoy.
En sus versos hay
mucha conciencia de nacer a la barbarie, hay un espacio poético siniestro que
como lectora me hace pensar o recordar los momentos en que hemos estado al
borde de la catástrofe, de la muerte, de la miseria, de la incertidumbre en
medio de la naturaleza con la más pura sensación de avanzar con fe porque
quizás en nuestra manera de tercermundistas no tenemos otra posibilidad sino
que vivir y avanzar con la garra latina que llevamos dentro.
Escribe sobre amor y
nos señala…”amor palanca, siempre
tirando, siempre queriendo más”. pág. 24
Algo hay en sus versos
que dicen o que invitan a despertar en nuestras vidas y a no seguir siendo
soldados de la monotonía o la falta de oportunidades. Algo que llamó mi
atención es como tiene la capacidad de decir que estamos atrapados en
subsistir, en pagar cuentas, en esperar que las micros se detengan y la vida se
va en ese devenir. Me agrada el nivel de conciencia que manifiesta en sus
versos y el espacio donde se sitúa Ignolia Mardones para desarrollar su
obra.
Poeta lúcida que
entrega miradas en que nos podemos encontrar identificados. Sus versos son
escritos con precisión. “Vivo cual loba
busca agua/ en un charco/ sola. Pág. 43
Ignolia Mardones
(1982) Santiago - Chile. La poesía ha sido parte de su vida, a partir de los
años noventa no ha dejado de escribir versos. Integró talleres literarios con
Juan Pablo Sutherland, Damaris Calderón, José Ángel Cuevas. Participó del
Colectivo poético “Las perras románticas”, realizando ciclos de poesía con un
enfoque de entrevistas a distintos autores de la literatura nacional,
especialmente poesía y narrativa. Socióloga de la Universidad Arcis. Magíster
en Comunicación política de la Universidad de Chile, publica su primer poemario
Cerda piel en el año 2018.
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