Droguett suele abordar
personajes que en la vida real han sido asesinos, personas equivocadas por así
decir. El Ñato Eloy, fue un conocido bandolero en tierras chilenas, a quien por
el año 1941 le dieron muerte. El relato se centra en las últimas horas de vida
de Eloy, él se encuentra situado en un fundo de Pirque.
“El vino es una gran
compañía, el mejor amigo, el más leal, el que no habla, el que no te falla,
rezongó, ojeando distraído la carabina. Yo no necesito compañía, yo nunca estoy
sola, no preciso balas ni abogado, suspiró la mujer, llena de reminiscencias, y
otro poco que insistes, Eloy, otro poco que te acercas, otro poquito, suelta el
llanto y la desventura y también te cuenta su historia”. Pág. 11
Hay mucho de alcohol
en este libro como una especie de hábito en sus personajes, un vicio que es
casi imposible de salir de él y muy presente en las historias de las familias
en Chile, ¿no?, ¿quién no ha tenido algún pariente con problemas de alcohol?
“Cuando vengan para
matarme, vendrá uno solo, algún amigo traicionero, un pariente de la Rosa,
Sangüesa tal vez, el feroz y cobarde Sangüesa, me buscará cuando yo esté
dormido”. Pág.15
Varias veces he leído al
escritor Carlos Droguett, es que escribe demasiado bien. En este relato Eloy
sabe que lo van a matar, en ello se sostiene el texto.
“No hay flor más mujer
que la violeta, enferma, delicada, frágil, transparente de lágrimas, trémula y
trágica, presente y ausente, real e irreal, ni más hembra, directa, sensual de
repente y sin aviso, ardiente y carnal, llameando y llamando, que la rosa real
de la vida, solo real, la mujer es lo que piensas”. Pág. 35
Las imágenes que evocan
este libro son a mi parecer; desolación, lugubridad, desesperanza, pobreza en
fin.
“...el odio es como el
amor, pero más durable y notorio…” Pág. 84
“...Eloy, Eloy el
sanguinario, el despiadado asesino, que ha sido visto esta madrugada por los
cerros de Chena, que cometió un salteo en Melipilla el sábado último y pasó por
Rancagua, donde saqueó un hotel y un restaurante , y el Ministerio del
Interior, la Prefectura de Carabineros, los Bomberos, el Rotary Club, la Cruz
Roja, las radioemisoras, están alertas y preparados para salir en su busca, en
su busca precisamente hoy que hace tanto frío y tanta tos…” Pág. 161
“...a intercambiar para
acariciar la tierra, por encima la tierra, las flores que se abren de repente
en las ruinas y echan una respiración de perfume esponjado para mirarte con
ella y con él, los pies que pasan corriendo, riendo, llorando, sollozando y se
llevan todas las cosas, toda la ropa y toda la silla, también la gente que
estuvo sentada en ella, el recuerdo y sus comentarios y sus afluentes húmedos,
en los que se refleja el invierno cuando se va el verano…” Pág. 179
Esta obra fue publicada
en el año 1960, es la segunda novela de Droguett. Fragmento del epílogo.
“Eloy habita alguna parte de esta noche de invierno, y, con él, los otros:
Ramon Neira - el compadre - , Bobi -el adolescente de patas de perro-,
Emilio Dubois - el asesino melancólico de todas esas muertes, también aquel
otro criminal anónimo y maravilloso de El hombre que había olvidado…” Pág. 193
“El verdadero
protagonista de la novela es el lenguaje” Pág. 194 Amo esta frase del epílogo
del libro. Droguett en buen chileno nos pasea por su narrativa, ¿quién puede
creerse escritor al lado de su estilo único y propio? Tiene una capacidad de
profundizar en la conciencia del protagonista que es maravillosa, como lectora
navego en su narrativa, me lanzo en ella y sé que voy a caer en un colchón de
letras perfectamente bien mezcladas. 100% recomendable, ahí Ud. ve como lo
entiende o por donde le entra este narrador chileno de pura calidad y oficio a
cabalidad.
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