21.11.06

Estos micro cuentos están pal bronce

Yara



Yo conocí a una mujer que sus encías eran negras porque ella parta vivir trabajaba en un circo.
Ella era pobre, muy pobre, pero nunca la vi mal. Una vez la vi comer repollo con mayonesa y aún así se fue por le mundo dentro de su carpa continuando el circo.





¿Pa dónde va la micro?


Algunos hacen lo que hay que hacer. Otros hacen lo que quieren hacer. Yo quiero hacer lo que me gusta hacer.
No es lo que hay, no es lo que hay que hacer, es lo que eliges ser!!!!
Ah…En realidad nunca he sabido pa dónde van las micros.




Un tipo

Un tipo va a la feria con un carro para cargar las verduras. De pronto choca con una señora ya mayor de edad y ella se molesta mucho. Le grita:
- Pero hombre yo soy vieja y llevo las verduras en una bolsa -.
Y el hombre le contesta:
- Bueno, disculpe, yo soy joven, pero no tonto.




Silvia Martínez Iglesias.

15.11.06

Sade: Desde lo obceno a lo pornográfico

Y el mundo está lleno de esos seres incompletos que andan en dos pies y degradan el único misterio que les queda: el sexo.
-D.H. Lawrence-

Este personaje de origen francés fue un ser anacrónico, distinto, extravagante, y pionero en su literatura. Durante el siglo XX muchos literatos lo han elogiado y nombrado como un escritor de talento sublime, un ser dotado de una prodigiosa lucidez artística.

En sus escritos encontramos desde “La filosofía del tocador” (1795), “Juliette o las prosperidades del vicio” (1796) hasta “Los ciento veinte días de Sodoma”, uno de los libros más radicales del Marqués que también fue la base del film “La edad de Oro” de Luis Buñuel y Salvador Dalí, y que solo iba a ser publicado en forma oficial ciento cincuenta años más tarde, en 1930.
A toda obra literaria que penetrara en esos vedados territorios se le aplicaban los rótulos infamantes de obscena o pornográfica. Estos calificativos bastaban para prohibir toda alusión por más velada que fuere a lo sexual, y encerraban lo erótico en una tierra de nadie, inaccesible para el público.


Conexión con los escritores D.H.Lawrence y Henry Miller Los mencionados han incursionado en estos conceptos, han arrojado interesantes divagaciones y definiciones sobre lo “pornográfico” y lo “obsceno”. Para Lawrence “pornografía”, significa “lo referente a la ramera”. Si se trata de una mujer que obtiene dinero de un hombre en pago de acostarse con él, debe admitirse que muchas esposas se han vendido hasta el presente y, en cambio, más que una prostituta se entrega por nada cuando le place. La mujer que no tiene en sí el menor rastro de ramera es, por regla general, tan sólo un palo seco. En cambio, muchas rameras guardan en alguna parte una veta de femenina generosidad. Algo parecido ocurre con la palabra “obsceno”. Supongamos que derivó de obscena: aquello que no puede representarse en el escenario. De esta definición no podemos deducir nada, esto nos hace entender que el significado de una palabra debe esperar la decisión de la mayoría. Si una obra resulta escandalosa para diez espectadores y no escandaliza a los quinientos restantes, entonces es obscena para diez o inocua para quinientos.
Para Henry Miller discurrir sobre la naturaleza y el significado de la obscenidad es casi tan difícil como hablar de Dios. En su libro To the pure (“hacia lo puro”), afirman que “no hay dos personas acordes en la definición de los seis temibles adjetivos siguientes: obsceno, libidinoso, lascivo, puerco, indecente, inmundo”. D.H.Lawrence tuvo razón al asegurar que “nadie sabe lo que significa el término obsceno”. Podemos deducir que el sexo es un misterio, que envuelve aspectos sociales, económicos, educativos e incluso judiciales, es decir lo abarca todo. También podemos pensar en que el Marqués de Sade no fue en realidad un obsceno y sus acusaciones se debieron a circunstancias políticas, tiene que ver con justificar una condena que no contiene argumentos legítimos, puesto que tras recientes lecturas, se descubre que sobre “pornográfico” y “obsceno” no existe una definición mayoritaria, solo hay esbozos sobre ideas o sinónimos, pero el concepto como tal no contiene fundamentos, ni argumentos para hacerlo real. Me atrevo entonces a decir, que el Marqués de Sade, fue inocente.


Contexto histórico El desarrollo vital de Donatien Alphonse Francois Marqués de Sade (1740-1814) ocurrió tras la prolongada crisis del sistema monárquico que fue abriendo las compuertas a la creciente instalación de la burguesía que imponía los nuevos órdenes que la sociedad francesa iba incorporando. Se trataba de un desplazamiento económico que tenía como soporte el capitalismo. Pero este desplazamiento económico implicaba un cambio cultural de gran envergadura.
Sade, ante éstos hechos políticos se mostraba despectivo y violento hacia el conjunto de autoridades que podían aliviar su condena. Cayó en la maquinaria de la reclusión porque no pudo o no supo movilizar de mejor manera sus privilegios. Cuando Sade entendió que el sistema lo había convertido en su presa, su situación era irreversible. Ya era demasiado tarde cuando escribió: “Si, soy un libertino, lo reconozco; he concebido todo lo que puede concebirse en este sentido, pero ciertamente no he hecho todo lo que he concebido, ni lo haré jamás. Soy un libertino, pero no soy un criminal ni un asesino, y, ya que se me fuerza a colocar mi apología junto a mi justificación, diré pues que, tal vez, sería posible que aquellos que me condenan tan injustamente como lo han hecho pudieran contrapesar sus infamias con mis buenas acciones tan probadas como las que yo puedo oponer a mis errores”.
Finalmente, el Marqués de Sade muere en el manicomio de Charenton en 1814. Hay miles de facetas y aristas de donde se puede rescatar a este famoso escritor. Sobre todo podemos recordar que del Marques de Sade, proviene el “sadismo”. Si el hubiese nacido en esta época, habría sido declarado como un poco extraño, raro e inadaptado, quizás “freek”, pero no habría pasado por todas las penurias que pasó, de todas formas quisiera dejar una inquietud al lector: ¿Sería en realidad el Marqués de Sade un ser superior de los otros o simplemente un soberbio intransigente?



Un homenaje entre lineas

Cada escritor con su tema

Flaubert ha dicho que su vida fue muy tranquila, como la de un auténtico escritor
Beauvoir, dijo que mientras todos aplaudían a su marido, ella sufría su infidelidad
Bukowski, en Pulp, menciona a Celine, trayendo a la mesa a los Yeat Nik
Bolaño, ha dicho que Allende, no muestra la literatura Latinoamérica, sino que Márquez y Llosa
Ortega y Gasset, no recibió ciertos premios porque no fue francés.
Ha muerto Oriana Fallaci
¡Hace falta leer mucho para comprender la verdad del mundo!
Es que nada es casualidad, es que nada se parece, pero todo es igual.