5.10.15

Una biografía escrita por Volodia Teitelboim

Los dos Borges: Vida, sueños y enigmas

Ésta en una biografía escrita por Volodia Teitelboim, anteriormente leí la que escribió sobre  Gabriela Mistral, él es muy académico, muy culto y retrata la vida de los escritores de una manera bastante objetiva. Da mucho espacio a la política, las relaciones bilaterales, la dictadura, los encuentros entre escritores, las disputas sobre los Premios literarios. Llegué a este libro porque hace unos meses comencé a asistir a un Taller literario, dirigido por MIli Rodríguez Villouta, el taller se llamó De Borges a Bolaño. Estuvimos leyendo varios cuentos del autor argentino y sentí curiosidad por conocer su vida. Así llegué a este libro. Además lo encontré en la Biblioteca Pública Nicodemes Guzmán, la que está ubicada en el corazón del barrio Brasil.

Frag. “Original hasta para nacer: fue ochomesino. El médico partero declaró no se sabe si por cortesía tranquilizadora o por experiencia profesional que esos niños suelen ser talentosos”. p. 13

“Su padre era una fanático de las enciclopedias. Se nutría de ellas a diario, sobre todo de la británica. El hijo hizo lo mismo. Varios cuentos y ensayos borgeanos tienen en ella un punto de partida. No son traducciones, simples resúmenes ni copias. Son recreaciones literarias. Con el tiempo las comenzó a trabajar como camafeos sorprendentes, labrados por un miniaturista prolijo” p. 20

“Su ingreso a la escuela se retardó porque la familia temía que los niños (Jorge Luis y su hermana) contrajeran diversas pestes en contacto con los demás chicos. Borges atribuye este atraso a otra causa: Eso se debió a que mi padre, como anarquista, desconfiaba de toda empresa conducida por el Estado”. p. 22

Relación del padre de Borges con la literatura. “El padre de Borges, librepensador, era más culto que la madre. Su novela El caudillo se desarrolla en un tiempo agitado de guerras civiles que mataron a más de un pariente. La noticia de los familiares caídos no lo impulsó a tomar la espada sino la pluma porque se sabía totalmente inepto para proezas bélicas. La novela fue un trabajo europeo. La auto editó el año 1921 en Mallorca. La llevó a Buenos Aires, donde la repartió graciosamente entre amigos y conocidos. Escribía por amor al arte y a costa de su bolsillo. p. 23 - 24.

La posición anárquica del autor de sus días correspondía a la audacia puertas adentro de un positivista de biblioteca o de café, un liberal culto del siglo XIX que desconfiaba del Estado y tenía escasa comunicación con el mundo. La prensa suiza publicaba muy a lo lejos, generalmente a raíz de una catástrofe natural, alguna noticia sobre América Latina. La patria se les volvió un tanto abstracta. p. 34
Este fragmento es muy decidor, en relación a que cierta parte de la sociedad, (sobre todo la clase aristócrata) cree que el mundo real está en los países desarrollados, por ende deciden vivir en esos países. En cambio países como Chile, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina, son países de segunda clase, por así decirlo, es como mal visto para la clase alta mantenerse mucho tiempo en países pobres. Creo que por lo mismo Borges no tenía conexión con otros escritores o no conocía lo que se estaba escribiendo. Si se relaciona con María Luisa Bombal, pero ambos eran de la misma clase, y veían el mundo con una gran influencia europea.

El 24 de febrero de 1938 su padre, completamente ciego, murió fulminado por una hemiplejia. Un ser -que como su personaje Herbert Hashe- “en vida padeció de irrealidad, como tantos ingleses, muerto, no fue ni siquiera el fantasma que ya era entonces”- anota su hijo. La ternura suaviza la tristeza. p. 128

Tenía cerca de cuarenta años cuando obtuvo un puesto muy mediocremente rentado en la Biblioteca Municipal Miguel Cané. “Todos estos fueron trabajo poco remunerados -explica- y yo ya había pasado la edad en que debía haber comenzado a contribuir para el mantenimiento del hogar...Me pagaban doscientos pesos por mes, que después subieron a doscientos cuarenta. Estas suman equivalían entonces a unos setenta u ochenta dólares. p.129
La insignificancia administrativa se transmutará en material literario. Dio la pauta nada menos que para la Biblioteca de Babel”. Procuró ser una versión pesadillesca o una magnificación de esa biblioteca municipal. p. 130

Tengo un recuerdo personal sobre Borges. Cuando visité en Praga el Museo de Frank Kafka. En un documento que leí se mencionaba a Borges, no sé si fue a través de una frase o una analogía con el autor checo. Me hizo darme cuenta de la importancia que se le da en Europa a un autor argentino que pasa a ser un escritor reconocido a nivel mundial.

En esta biografía, Teitelboim habla bastante sobre política. Borges no era peronista y pensaba que Sudamérica se merecía “las dictaduras”, producto de militares incompetentes  y deshonestos. Dijo ser comunista, radical, conservador y a su modo, anarquista. El ser simpatizante hacia las dictaduras de alguna manera provocó que nunca le dieran el Premio Nobel de Literatura.

Sobre el lev motiv en la escritura de Borges. La obsesión del laberinto en Borges suele aproximarse a la patología. En el fondo es una metáfora que habla de la vida como trampa. La alegoría es válida. Porque la existencia del hombre entraña la búsqueda perpetua de un espacio más libre, que supere alienaciones y cárceles, el sentirse perdido. Camina a través de una ruta interrumpida por multitud de barreras, marcada por señalizaciones equívocas que enloquecen a los extraviados. El sujeto vacila ante opciones inciertas, monologa preguntándose cuál será la vía que debe seguir para escapar algún día a su destino. p. 232

En esta biografía hay más análisis de la creación literaria de Borges, de su prosa, sus cuentos que de su vida misma. En relación a su escritura Teitelboim señala: Borges tiene algo de hierático en el rostro y la escritura. Aunque la llene de astucia e ironía suele imprimir a su expresión cierta majestad lejana. Acuña con fervor de artífice bizantino pequeños mosaicos dorados, sentencias bruñidas como monedas de oro. Emplea además cierta indiferencia táctica, un rictus premeditadamente helado, a ratos con sesgo burlesco, como puntualizando el ejercicio juguetón, sin renunciar a su escepticismo congénito. p. 257

Se ha dicho que Borges trascendió en Europa sobre todo a partir del Premio Formentor, compartido en 1961 con Samuel Beckett, aunque antes unos críticos ya lo consideraron notable. En 1925 Inquisiciones sorprendió a Valéry Larbaud. Ocho años después Drieu la Rochelle llega a Argentina y de regreso a París aseguró que “Borges vale el viaje”. p. 260.
No faltó quien afirmara que Jorge Luis Borges quebró el eje europeo-estadounidense  de la hegemonía literaria. Lo que América Latina no ha logrado en el plano económico lo habría alcanzado en el campo de las letras, no con la progresión nerudiana ni con el boom de los novelistas norteamericanos sino a través de este hombre perteneciente a una generación anterior. No existe unanimidad al respecto. Se oyen voces de protesta ante la mitificación de su figura por un llamado “público culto”. Nada detiene, sin embargo, al incondicional que lo proclama escritor “a escala planetaria”. p. 262

Mi impresión sobre el autor. Borges es un escritor excepcional. Abarca 5000 mil años, un escritor común abarca solo cientos de años. Esto nos lo contó Mili R. en su taller (gracias querida, eres excelente en lo que haces). Tuve la oportunidad con otros talleristas de leer variados cuentos del autor, lo más impresionante en él me parece que es esa sensación de ser tan bueno en la manera que crea un argumento en sus cuentos, que te da la sensación de que puede competir con cualquier escritor norteamericano, británico, europeo, de los mejores en el sentido literario. Al leer sus cuentos, aparece cierta complejidad para entrar en su mundo, se salta de temas de manera única y crea realidades completas, como si una estuviese frente a un guión de película de acción, de ganters, de ladrones con clase, de comicidad al estilo de los mejores autores de ficción.

Palabras de Borges, “No pasa un día en que no estemos un instante en el paraíso”. A modo que esas confesiones que le agradaban agregó: Hice de mí esa cosa extraña, un hombre de letras, un hombre cuyo destino es transformar sus emociones en palabras, escribirlas, pensar, quizá menos en su sentido que en su cadencia, en su música, en eso que sugieren; en crear sueños. Ese ha sido mi destino. p. 280

La mayoría de los argentinos no leyó un solo libro suyo, pero todos ellos saben quién es Borges. En ocasiones los divirtió y en otras los indignó. Unos lo endiosaron otros lo aborrecieron. El mismo Borges advirtió sobre sus dos rostros. Uno es el que proyecta con su obra. Otro, el extraliterario. En esa dualidad de imágenes la visión de la calle retiene sobre todo al Borges polémico, al seductor atrabiliario, al bromista aplastante. p. 305

Este último fragmento hace alusión al título de este libro; Los dos Borges: Vida, sueños, enigmas. Por mi parte, un agrado contar lo que creo ha sido relevante en este libro, ustedes saben, siempre quiero contar las impresiones que tengo de un libro. Teitelboim escribe de manera adorable sobre la vida de otros. Saludos.