25.2.14

2 novelas de Amélie Nothomb; Una forma de vida y Matar al padre

Una vez que descubres a Amélie, quieres leer sus otros libros, quieres conocer sobre su vida y conocer los altos y bajos de su prosa, siempre recomendable. S. M. I.

Para un lector conocedor de la verdadera literatura, las novelas de Amélie Nothomb, encajan a la perfección. Sus páginas son gratas de avanzar. En su estilo breve, parece deslizarse por tus pupilas que a su vez siempre entrega algo inesperado para el lector principiante o asiduo a las letras. Amélie en su estilo es única, cuenta historias con gracia y su visión cosmopolita entrega una particular forma de interpretar la realidad.

 Al terminar de leer Una forma de vida y me encuentro una vez más con la ágil prosa de Nothomb. Me gustó mucho esta novela, de lectura muy rápida, aunque a veces creo que digo lo mismo de todos los libros. Pero en el caso de la autora belga, veo que ella le da mucha prioridad a los diálogos y siempre pasan situaciones al límite, suele pasar que la novela da un vuelco y como lectora yo siento ganas de saber lo que viene o vuelvo a leer los párrafos. Eso me agrada de un escritor, que sepa nacer sensaciones en una, es como saber que la historia me generó expectativas y que estoy entregada, que todo puede pasar.

Cuando recién conocí la obra de esta escritora, más me deje llevar primero por Amelie Nothomb, es como si me interesara más la escritora que su obra, me parece una persona muy auténtica y comencé averiguar sobre su vida. Leí entrevistas, vi videos donde ella habla, y cuenta sobre su proceso creativo, que es desde las cuatro de la mañana a las ocho, aproximadamente. Imaginé a Amelie, navegando por las aguas literarias, la imaginé escribiendo sobre relaciones humanas, sobre el cuerpo, la comida, el alcohol y tantos otros tópicos que aparecen en sus textos.

En relación a Una forma de vida, me agradó mucho el argumento central, el ritmo en que está escrito, el lenguaje que usa, que pareciera ser estándar, algo así como entendible para muchos lectores en el mundo, eso me agrada de su prosa, es amplia, es como ver una película gringa,  me parece que cualquier persona, independiente del país, la puede entender. Aquí se presenta la historia de un joven soldado norteamericano, Melvin Mapple, quién escribe cartas desde Irak a la autora del libro.
En esta obra, todo está muy bien pensado, se nota la experiencia de la escritora.
Me parece que Amélie dijo que esta obra era ficción. Por un momento pensé que podía ser una historia real, de hecho mi amiga Delphine comenzó la traducción de este libro, del francés al español, comencé a leer esta obra en archivos adjuntos en Word, luego mi amiga fue a Europa y amablemente me regaló el libro. Gracias Del.



Matar al padre o Tuèr le pere

Fragmento “Los sabios afirman que nada tiene sentido. Los enamorados poseen una sabiduría más profunda que la de los sabios. El que ama no duda ni por un instante del sentido de las cosas.
Christina estaba locamente enamorada de Norman, que era un hombre maravilloso y el mejor mago del mundo. Joe sólo era un adolescente al que le quedaba poco por aprender en todos los dominios. No tenía nada, sólo la inmensidad de su deseo, y eso le bastaba para creer en él.
Si le hubieran preguntado qué significaba ese “él” en el que situaba su fe, habría respondido: Un día haré el amor con Christina y ella lo deseará tanto como yo”. p. 31

Este título me provocó curiosidad, por eso lo escogí, esta vez mi amigo Andrés me lo trajo desde Buenos Aires (tengo muy buenos amigos). Acá la obra te atrapa desde un principio, pero de alguna manera me pareció una fórmula repetida, como escuchar al mismo cómico y de alguna manera descubrir que ya me sé sus rutinas. En su última novela (2013) la autora nos sumerge en la magia y en un trío, padre, hijo y novia que sabemos cómo lectores que en algún minuto va a reventar o algo grande va a pasar. En lo personal me gustó esta novela, pero siento que en el anterior que leí de ella, aluciné más, imaginé más, empalicé más que con las imágenes proyectadas en Matar al padre.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, pero estuve a su vez mirando lo que la gente opina en el sitio Google reads y las opiniones son muy variadas, pero lo que en su mayoría opinan es que la escritora belga tiene mejores obras. Se agradece la constancia de la autora y su perseverancia al publicar todos los años. Saludos desde Santiago de Chile.


5.12.13

¿Qué leer a fin de año?

Qué buena reflexión. No sé, en mi caso suelo leer todo el año y los libros no los elijo, a veces creo que ellos me elijen a mí, por una cuestión de empatía, de química, de inquietudes. Esta vez no diré nada sobre lo que estoy leyendo, no me parece relevante contarlo.

Cuando pienso en fin de año hago un recuento de lo bueno y lo malo que me trajo el 2013. Y es tan disímil para cada persona. Algunas podrían haber cambiado de trabajo, otras podrían haber comenzado un nuevo proyecto, algunos se van de la ciudad, otros retornan, puede ser que algunos hayamos perdido a un pololo o polola, (ese perro que te ladra y que de repente desaparece), otros esperan a su retoño felices, algunos amigos se pelean, otros se reencuentran, hay gente que viaja, otra que está ultra estresada y que no le ves ni la punta de la nariz, otra que es más convencional y que se mantiene en una estabilidad. Otros no tienen mayor novedad porque en realidad no se mueven mucho, algunos quizás no reflexionen, otros quizás nunca lean.

Pero pensemos en que todos leemos y no podemos vivir sin leer, ese es mi caso, leo en el metro, a veces caminando, haciendo la fila en el banco, esperando una entrevista, y me sumerjo en lecturas varias y me voy de viaje, olvidando a veces en qué lugar físico estoy. De todas formas yo pienso o veo que a fin de año, anda todo el mundo medio agotado por diversas razones, por lo mismo es difícil motivar la lectura, pero como es fin de año y vienen las fiestas, la Navidad y el Año Nuevo, invito por mi parte a leer un libro sobre las emociones, a mí al menos me ayudó a comprender diferentes cosas ligadas a las relaciones humanas. El libro se llama Cuentos mágicos para comprender las emociones. Escrito por Abel Pohulanik. Me gustó mucho este libro porque tiene cuentos, imágenes preciosas, muy delicadas y femeninas, encontré que es un texto sensitivo, perspicaz, y enseña a través de historias simples una moraleja, algo similar a las fábulas. No crea que este libro es  autoayuda, ni tampoco piense que recomiendo este libro solo a mujeres, pienso que es para todas las personas, adolescentes, ancianos, de todo un poco.

También quisiera contar que sigo un sitio que es Goodread.com, y es súper top, porque reúne textos a nivel internacional, estuve mirando lo más leído del 2013 y dejo algunos títulos si es que son de su interés, por mi parte no leo lo que lee la masa, no leo lo más vendido, pero de repente le sirve como punto de referencia.
Aquí le dejo algunos de los títulos y el link de la página web de Good reads.

Inferno. Dan Brown. Misterio y suspenso
Joyland. Stephen King. Misterio y suspenso
Noche de cine. Marisha Pess. Misterio y suspenso
Touch & Go. Lisa Gardner. Misterio y suspenso
Vida después de la vida. Kate Atkinson. Ficción histórica
El valle del asombro. Amy Tan. Ficción histórica
El océano en el final del carril. Neil Gaiman. Fantasía
Promesa de sangre. Brian McClellan. Fantasía
MaddAddam. Margaret Atwood. Ciencia ficción
Polvo. Hugh Howey. Ciencia Ficción
Perder la esperanza. Colleen Hoover. Romance
Soy Malala: la chica que se paró de Educación y fue baleada por talibanes. Malala Yousafzai. Memorias y autobiografía





Quisiera añadir que si se encuentra en Santiago de Chile y está pensando en gastar dinero en Navidad, le sugiero comprar libros a Mago editores, Editorial Cuneta, La Polla Literaria, entre otras nuevas editoriales que ofrecen perspectivas recientes de literatura, poesía, cuentos y a un precio alcanzable para cualquier bolsillo. Tome en cuenta este dato a la hora de comprar y pensar en algo llamativo para sus amigos y seres queridos. Eso sería…hasta la vista…entonces. Silvia

6.7.13

Couve en el recuerdo de la pintura y escritura

...”la exigencia de la literatura me ha hecho ser un dibujante, de la frase, de la imagen”... A.C.



Adolfo Couve nació en Chile. Fue un hombre dedicado a dos facetas del arte; la literatura y la pintura. Se considera parte de la escuela realista. “La escuela realista a la que me adhiero, más que una porfía o lo que podría pensarse como un anacronismo, es en mí un sentir profundo. Tal vez por mis ancestros franceses, siempre he mirado el arte de la prosa como un desafío de exactitud, donde el contenido y el lenguaje deben restringirse en beneficio de un todo armónico, que intente la controvertida belleza. De allí que mis modelos hayan sido los escritores galos, sobre todo los del periodo que va entre los dos napoleones. Me refiero a  Balzac, Stendhal, Flaubert, Maupassant, Merimée, Michelet, Rénan y tantos otros.
 Cuando comencé a escribir me tracé una meta, no me importaron ni las vanguardias locales ni las modas; quería alcanzar una prosa depurada, convincente, clara, distante, impersonal, unos renglones donde tuviera que corregir y corregir; aprender a hacer bien la tarea, leerlos en voz alta, castigar el contenido y el lenguaje, intentar ese engranaje que da como resultado, más que un libro, un verdadero objeto.


Biografía

Couve nació en Valparaíso en el año 1940. Fue criado bajo el cuidado de jesuitas y su padre, que fue cónsul de Roma. Desde pequeño fue retraído, rebelde para su época. Hay registros que dicen que a los 9 años escribió su primera novela. Otros aseguran que el Couve pintor nació antes que el escritor, cuando su tío José le regaló una caja de pinceles a los doce años. Con ella es que pinta Racimo de payasos, obra con la que Couve se estrena en la pintura. Estudió en el Colegio San Ignacio, en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, en L Ecole des Meaux Arts de París y en The Arts Student League en Nueva York.
El pintor, con un concepto de belleza muy propio, se basa en la belleza del instante, de la luz, de lo evanescente, de encontrar la poesía en los pequeños gestos cotidianos – dice Guillermo Machuca, profesor de teoría del arte de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile.
Couve estaba convencido de             que el artista era un ser solitario. Su planteamiento se oponía a la visión marxista del arte que plantea que el artista se debe a las circunstancias sociales de su época y que su obra es fruto de las condiciones políticas en las que este se desarrolla. Para él, el artista no necesitaba de procesos ni causas que defender ni ideologías en las que apoyarse. Adolfo era de la idea de que el pintor no debía contaminarse para ser universal. Lo universal es la forma, y el equilibrio de la forma es la belleza.
En relación a su prosa, el escritor se muestra como un ser dotado de un talento perfeccionista, tanto así que escribir El pasaje, le provocó estrés, debido a que cuando se embarcaba en una obra se sumergía en ella hasta que, ésta por sí sola lo convenciera. Como dicen algunos, Couve escribía  y a su vez, su prosa tomaba peso en el papel. Los temas que trata en sus novelas son; el amor, la pintura, las relaciones maritales, todo envuelto en preciosos ambientes, descritos con la particularidad de Couve.

Lamentablemente, lo que pocos saben es que el artista sufría de depresión. Había buscado una soledad que irremediablemente lo dañaba. En 1976 se va a vivir a Cartagena. “Yo me quería ir de Chile. Y de hecho me fui, porque Cartagena es distinto a Chile. Como ahí no había plata, no lo habían destruido todo, no habían convertido las cosas en otras cosas. Había techos con árboles encima, había caminos de ripio, había recuerdos de la infancia”, le dijo en una entrevista a Cristián Warnken.
Vivir le provocaba angustia. Estuvo en tratamiento siquiátrico. Fue paciente de Lola Hoffmann. Al momento de su muerte la cuenta telefónica registraba 65 llamadas a un primo hermano psiquiatra de Concepción. Llamadas de una hora. El 11 de marzo era un tercer intento de suicidio. Antes lo había hecho colocándose una bolsa plástica en la cabeza, luego la llave del gas y finalmente la horca. Se había desconectado de toda su familia. La única persona a la que seguía ligado era a su tío José, que en los últimos años vivía en estado vegetal.
Nunca quiso aceptar la terapia. Sabía que aquello implicaba la ingesta de psicofármacos que actúan sobre la corteza cerebral, en donde se escondía su talento creativo. Entendía que el viaje había que hacerlo liviano. Y se desligó de casi todo. Algunos creen que cuando ya no tuvo más que decir, cuando cerró los círculos de su obra, decidió despojarse de lo único que le iba quedando. Quien sabe si aquello fue lo último que pensó antes de saltar al vacío con la soga al cuello en esa larga madrugada del 11 de marzo de 1998.

Bibliografías

Del autor: Alamiro 1965, En los desórdenes de junio 1970, El picadero 1974, El tren 1976, La lección de pintura 1979, El pasaje 1979, Cuarteto de infancia, obra que reúne las cuatro obras anteriormente mencionadas 1989, La copia de yeso 1989 El cumpleaños del señor Balande 1991, Balneario 1993, Cuando pienso en mi falta de cabeza, 1966, entre otros manuscritos.

Para escribir este artículo:
Prólogo del libro Cuarteto de infancia. Adolfo Couve. Cartagena – Chile, mayo de 1996. Pág.7
La vuelta del artista. Marcelo Simonetti. El Mercurio. Revista El Sábado. 30 de agosto de 2002.
Adolfo Couve: Entre dos talentos. Beatriz Berger. El Mercurio. Revista de Libros. 5 de septiembre de 1998. Pág. 7

Textos

El picadero
Cuando entramos en París llovía. Unos goterones sucios daban sobre los postigos cerrados de ese domingo por la mañana. El taxi cruzó frente al Lovre, y mi madre me lo enseñó. Yo lo recuerdo al revés. Siempre acontece que lo que se ve por primera vez, se ve mal ubicado. Con el tiempo los sitios ocupan el lugar común y se entienden. Pero así, una ciudad sorprendida en un domingo por la mañana es distinta.
¡Yo que había soñado con una capital grandiosa, una ópera espléndida, y grandes galerías y personajes célebres en cada esquina! Difícil fue encontrar un restaurante abierto, y por lo medido de la mantequilla, los contados terrones de azúcar, y la poca leche que vertían en la taza, me di cuenta de que en Europa se come mal. P. 71.

El pasaje
A pesar de ser un niño modesto, vestía con un cuidado excesivo, y la arrogancia que denotaba infundía cierto respeto. Llevaba los cabellos rubios muy cortos, y el mechón de pelo que por lo general cae sobre la frente de las personas de su edad en él estaba cuidadosamente engomado, formando un gracioso copete. El rostro era ovalado, pero no terminaba en punta, sino en un mentón inusitadamente firme para sus cortos años. Los ojos celestes y rápidos permanecían entrecerrados por la fuerte luz de la calle. La agudeza de esa mirada contrastaba con la inexpresividad aparente de sus rasgos. La nariz respingada y el labio superior fino hacían al rictus curvarse, lo que le daba un aire despectivo, casi insolente, como de alguien profundamente herido que ya no espera nada de nadie. P. 234.


La comedia del arte
Rogó a su corazón que palpitara por un tiempo para él, que sus venas poco a poco recuperaran su elasticidad, que sus encías sujetaran dientes y muelas; pidió a su cabeza no olvidara nombres, ni fechas, a sus ojos que no exigieran un nuevo aumento en sus anteojos, a sus huesos flexibilidad, a los riñones dar curso libre a los líquidos, a la cintura no caer en rigidez, a la espalda soportar por unos años todavía la carga de un cuerpo que prometió dejar en el peso adecuado.

Después de todo habíase vuelto vagabundo, iba de una situación ajena a otra, era el embajador de nada, el recadero del ocio, el agregado cultural de Cartagena, sin que nadie le encomendara misión alguna.


10.6.13

Somos libros




Eres libro cuando abres tu alma y dejas que escriba la mía,
Eres libro cuando puedo leer tu sonrisa en cada lectura.
Eres libro cuando mi ignorancia encuentra tu sabiduría e iluminas mi vida.
Eres libro cuando mi ceguerra encuentra luz en tus líneas escrita a prisa en un tip pegado a mi puerta.
Eres libro después de que una sobrecarga quemó mi computadora.
Eres libro porque cuando leo tus ojos soy realmente libre.


Somos libros y pocos nos leen. Creo, en mi caso hace varios años ninguna persona da un vistazo a mis páginas. Somos inertes, no tenemos manos ni pies para movernos y mostrarte que estamos aquí.
¿Será que nuestros contenidos ya no son interesantes para las mentes humanas? Nosotros los libros, de pie, sobre la estantería, los miramos a ratos e intentamos no ser atacados por ácaros.
¡Llévame a tu mesa del velador! Pues, quizás la única manera de existir sea a través de los entretejidos que forma tu mente en ti cuando tomas mis palabras y le das una interpretación o un significado especial. ¡Llévame a tu rutina para sacarte de ella! Podemos volar en otras épocas y otras realidades. No me veas como un fetiche, soy un algo que existió para alguien y me reunió en palabras.
Somos libros y estamos quietos, llévame a tu vida para que yo salga de esta no existencia. Haz que exista para alguien.
Somos libros...somos inertes...estamos quietos...
A ratos los humanos están viviendo en el satélite, todavía creo en los dedos que hojean mis páginas, los humanos deben vivir en este momento un bombardeo de información. Yo no soy tan solo información, soy literatura.
Soy literatura como lo es Kafka, soy literatura como lo es Cervantes, soy literatura como lo es Bovary, soy literatura porque la literatura es una historia, y la literatura también eres tú.





Poema escrito por los amigos Mario Silva Mera y Silvia Martínez Iglesias, tan solo por dejar un texto para contar sobre el amor infinito que sienten hacia las letras, la creación y los libros.



28.5.13

Mario Silva Mera; un escritor autodidacta



“Para vivir la vida hay que ser valiente. Valiente es quien no deja que el miedo lo invada”. M. S. M.



De niño escuchó muchos cuentos, su padre era un excelente relator de historias, de ahí nace su interés por escribir. Para el autor leer amplia el horizonte ya que cada libro es un mundo propio. A su vez le gusta el cine y al pintura. Fue Director del video clip “Mi auto” del grupo Sinergia en el año 2001. Entre sus vivencias de niño dice que le gusta el boxeo. Aprendió a boxear para defenderse en la época que vendía diarios. A los catorce años se hizo cargo de sus hermanos, de ahí nace su instinto y valentía para hacerle frente a la vida.
Cuando niño Silva se educó en Fundación Mi Casa, y se hizo cargo de la biblioteca. “Leía a Hemingway y Jack London y lo único que quería era viajar”, dice y cuenta que siendo pequeño leyó a Luis “Paco” Rivano y se encantó con el autor de “Esto no es el paraíso”, “El rucio de los cuchillos”, entre otras obras, hasta que Silva pudo conocerlo. “Un día le lleve un cuento, y me dijo ‘te lo leo y te digo qué pasa’, y le gustó mucho. Él ha sido mi referente en literatura”. 
"Es curioso pero la calle nos enseña una cosa que es muy difícil de adquirir, y que mucha gente instruida desconoce: la capacidad de sentir piedad. Y la piedad es parte fundamental de la materia prima de los buenos escritores.
Luis Rivano
Mario Silva ha publicado “El cojinova y otros cuentos de la pobla”. Publicado por la editorial Mago editores. Otro de sus títulos es “La Julia y el Roberto” publicada por la misma editorial en el año 2009. Novela que anteriormente había recibido el Premio en Novela del Concurso Gabriela Mistral 2004, de la Ilustre Municipalidad de Santiago.
Su obra se contextualiza en diversos sectores marginales de Santiago. Como la Estación Mapocho, Recoleta, entre otros lugares periféricos.
Ganó el cuarto Concurso de Cuentos de SOFOFA, versión 2002. Obtuvo a su vez el Premio del Consejo Nacional del libro en Categoría novela inédita por “Noche de viernes y pasta base”.
Para Mario, un escritor es un “francotirador”. En su escritura busca la empatía con el lector. Crea personajes que están entre la espada y la pared, el drama, la escena rápida se percibe en su escritura. En su proceso creativo señala que hay un tránsito, un nexo hacia la memoria emocional de sus personajes. Un hilo delgado que hace que se aleje de lo que escribe para mostrar el dolor y la profundidad de sus letras. El escritor dice que asume la pobreza, que asume  la verdad en ella, esa pobreza que él mismo vivió y que muchos hoy siguen viviendo. Para salir de la pobreza hay que asumirla y así se puede salir de ella. Pocos se reconocen pobres y marginales en la sociedad chilena, pero el autor escribe desde esa marginalidad, dejando registros verosímiles de la ignorancia y las vidas duras de la gran mayoría de sus personajes. Por lo general, cuando escribe busca dar mensajes esperanzadores en sus textos.


Hoy en día se encuentra dedicado a escribir una novela que se llamará “Toño, en la dura”, y “La prenda”.  Ambos relatos con su estilo único, periodístico, de narrativa ideal para el cine, casi con los guiones listos para ser llevados al séptimo arte.
Durante el 2012 envió algunos cuentos a México en donde con el fin de impulsar y afianzar la narrativa del siglo XXI, Ebookspatagonia (Chile) y Editorial Resistencia (México), lanzaron el Primer Concurso de Cuento/Relato Breve para e-book México-Chile, en 2012. Su cuento “El guatón de la P.P.” será publicado en una versión digital del e-book de la Antología de ambas nacionalidades.


Mis saludos a Mario Silva Mera.

11.2.13

Existe la posibilidad de detenerse...


Elogio de la lentitud. Carl Honoré



Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad



Para obtener un rápido alivio del estrés, prueba a ir más despacio. Lily Tomlin, actriz y cómica estadounidense.

Cuando comencé a leer este libro, pensé en que de verdad era imposible ir más despacio, sobre todo cuando una trabaja y vive en una capital, pero la verdad es que creo que las cosas si pueden ser más lentas y se pueden hacer pequeños cambios como para vivir mejor y compartir momentos con quienes de verdad queremos.
Pienso en cómo hacerlo desde Santiago, que cada día parece más agotador, pero creo que en algo se pude vivir más lento, sobre todo hoy que hay tantos estímulos, como la Internet, el consumo, el trabajo, ya basta con mencionar estas palabras para de inmediato sentir que debo detenerme, que no se debe acelerar el proceso de las cosas, que no debemos recargarnos, que no es necesario estar siempre hiper estimulados, que a la larga importa la salud, la paz, las relaciones con los demás, lo simple, al menos para mí eso es lo que importa y valorar el estar tranquila, o aburrirse de vez en cuando, ¿Por qué no? Prefiero no hacer caso a las tendencias del mundo de hoy, prefiero leer Elogio de la lentitud y avanzar sus páginas lentamente, tal cual como se lo prometí a la amiga que me regaló este libro.

¿Qué importa si no tengo Whatsapp? ¿Es en realidad importante, contestar todos los correos y correr en la web? ¿Es importante revisar mi facebook todos los días y además mostrar mi vida? Mejor me detengo para dejar de apretar enter, mejor no salgo un viernes, mejor apago la tv. y escucho música, mejor cocino algo rico y me duermo tranquila, mejor suelto la vida, que se seguro no la controlo. Detente, yo intento día a día detenerme.

Leyendo este libro encontré otros alusivos al tema, por supuesto que los recomiendo:
-          El arte de la ociosidad. Charles Dudley Warner
-          Tómate un respiro. El arte de no hacer nada. Edición de Francis Amalfi

Fragmentos de Elogio de la lentitud

Un diseñador podría ir en bicicleta a las reuniones en vez de hacerlo en coche. Los “desaceleradotes” utilizan una palabra alemana, eigenzeit, para resumir su credo. Eigen significa “propio” y zeit, “tiempo”. En otras palabras, cada ser vivo, acontecimiento, proceso u objeto tiene su propio tiempo o ritmo inherente, su propio tempo giusto. p. 50

Todo esto tiene sentido en una época en que la gente siente anhelo de lentitud. El espíritu, por su misma naturaleza, es lento. Por mucho que uno lo intente no puede acelerar la iluminación. p. 59


Elogio de la lentitud es la primera mirada de nivel internacional que muestra diferentes movimientos defensores de la lentitud que se abren paso en oficinas, fábricas, barrios, cocinas, hospitales, salas de concierto, dormitorios, gimnasios y escuelas. Este libro, a través de innumerables ejemplos nos hará replantearnos nuestra relación con el tiempo. El precio que pagamos por someternos al tiempo, a las urgencias, a la rapidez, que en muchos casos nos trae retrocesos de distintas índoles, que de seguro leyendo este tipo de obras podrán ayudarnos al menos a volver a mirar una estrella, escuchar la canción que cantábamos libremente en nuestra adolescencia, mirarnos al espejo por muchos minutos, hacernos un masaje en los pies y por sobre todo reflexionar en como llevamos la vida y como nos relacionamos con el mundo.


29.1.13

La pedagogía del vacío. Un título asertivo en el Chile de hoy


Hace unos meses tuve la oportunidad de asistir al lanzamiento de este libro que se publicó en la Biblioteca de Santiago editado por Esperpentia. El título me cautivó de inmediato; “La pedagogía del vacío”, me parece que este título le da justo en el clavo a la actual situación de crisis que vive la educación en Chile. Este libro refleja a mi gusto el vacío que produce educarse y de algún modo seguir sintiendo que pateamos piedras, es como si nos dieran acceso a un algo, pero que ese “algo” que se llama educación no logra que nos insertemos, siempre continuamos con la sensación de que no alcanzamos a leer la letra chica, con que se nos ofrece para algunos “este preciado bien de consumo”.

La prosa de Rojas proviene de la miseria, la desmoralización y la derrota, esa misma derrota que nos hace ver el vacío y que quizás ha sido el “leimotiv”  (del alemám leiten, 'guiar', 'dirigir', y motiv, 'motivo') para escribir estas historias desde la marginalidad, ese Chile que se tapa a toda costa, ese Chile sucio y pobre que se intenta cubrir con vidas que corren a pulso, reflejadas en los personajes de este libro.
Sus letras, construidas con gran mérito, nos hacen escuchar a alguien hablando con un otro en la calle, aparece el lenguaje común que usamos los santiaguinos, logra extraer el habla oral y lo lleva a estos cuentos con voces masculinas, a ratos alguna voz femenina. El ritmo de su narrativa es rápido, como lectora puedo imaginar inmediatamente lo que el escritor describe, leyendo por supuesto entre líneas, que sus personajes son personas que no tuvieron otra posibilidad y que llevan la vida que llevan por falta de oportunidades.
La particular pluma de Rojas refleja los códigos sociales, las formas de algunas generaciones de entender el respeto hacia el otro. Al leer esta obra inmediatamente la relacioné con la novela El Roberto y la Julia, escrita por Mario Silva Mera, publicada por la editorial Mago editores en el año 2009. Hago la relación con esta novela, porque ambas recogen el lenguaje común, con garabatos, con frases a medias, con el lenguajear juguetón que usamos los criollos.

Aparecen conocidos lugares, contextualizados en una pieza arrendada en la calle Maturana, un departamento de la Villa Olímpica, en mal estado por causa del último terremoto, una banca del Parque central, entre otros que cualquier santiaguino reconocería.
Mauricio Rojas (1978) ha publicado diversos relatos y artículos de opinión en revista Esperpentia. “La pedagogía del vacío” es su primera obra publicada, esperamos su prosa continúe deleitándonos con relatos de la ciudad, con sus personajes bien desarrollados, con  diálogos coloquiales, propios de conversaciones informales y distendidas, en donde como lectores logra hacer al menos en mi caso, un cuestionamiento del lenguaje que usamos, de cómo nos comunicamos, de los garabatos que decimos, de las palabras que omitimos, entre tantas otras formas que usamos los criollos en el habla. Sin duda, la narrativa de Rojas es muy interesante, y refleja esa parte de Chile que ocurre todos los días y que él como escritor logra extraer de la realidad, llevándola a relatos de muy buen ritmo, dotado de gran talento literario. La intención de este artículo es motivar a otros lectores para que busquen esta obra y conozcan la voz y visión narrativa de un debutante en las letras. Dejo la invitación para leer y conocer “La pedagogía del vacío” Dejo, a su vez, mi saludo al autor.

22.1.13

Idea Vilariño...un hallazgo reciente para mí

Poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya perteneciente al grupo de escritores denominados Generación del 45. Encontré por casualidad en la biblioteca de un amigo, un libro del año 1955 titulado Nocturnos.

Leí un poema que me hizo mucho sentido. Lo dejo para compartir;


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Quisiera estar en casa
entre mis libros
mi aire mis paredes mis ventanas
mis alfombras raídas
mis cortinas caducas
comer en la mesita de bronce
oír mi radio
dormir entre mis sábanas.
Quisiera estar dormida entre la tierra
no dormida
estar muerta y sin palabras
no estar muerta
no estar
eso quisiera
más que llegar a casa.
Más que llegar a casa
y ver mi lámpara
y mi cama y mi silla



Al leer este poema me dan ganas de continuarlo...

y mirar mis postales
y los papeles que están cerca de mi
ver la bandeja para llevar la comida que uso todos los días
para comer frente al televisor que suena pero no escucho
y mirar la única estrella que veo desde la ventana
y sentir los ruidos de los pájaros en la mañana
recordar que debo salir, recordar que debo vestirme
que tengo que hacer algo
que no puedo quedarme ahí
y que los libros se quedan
algunos leídos
otros nuevos
a veces quisiera llegar a casa
y no salir más




7.12.12

Sin título

Yo no puedo comprender el mundo en el que vivo
me rompo el coco relacionando y armando este rompecabezas
que alguien me ayude a comer, a dormir
y a ser una tipa normal
vivo buscando la génesis de las historias
y el porque de los porqués
me cuesta mucho parar y dejar de pensar
el cable a tierra no lo tengo
solo quiero aventurar e ir más allá
y mis fuerzas, ni mi bolsillo
no dan para tanto
Cómo paro?
Como me levanto mañana?,
que elijo?, no sé si un café o un té
no sé si hace frío o calor
no sé porque conversé con ese alguien
no recuerdo lo que dije
ya no sé cuantas veces me han fotografiado
no sé cuantos años tengo
ni tengo planes, ni tengo una postura en esta vida
a veces me veo como algo
solo algo
que está y dice palabras
a veces quisiera tener más estabilidad
y luego me asusta pensar
que puedo trasformarme en algo y ya no volver atrás
solo hablo palabras y cruzo ideas
pero en realidad
solo se que en este mundo hay mucha gente
y de entender no entiendo nada.
Ojala no me pase la vida en esto
que el amor me ayude.
Este es mi eterno viaje…

Basta de leseras
quiero que alguien se atreva a bailar dentro de una biblioteca
y que otros sean capaces de reírse en situaciones protocolares
me gustaría casarme mientras me lanzo en una cuerda
y tener un hijo que nace desde el agua hacia otra agua
sin llanto ni luces de quirófano
me gustaría que mañana mi vida fuera otra
mezclar entre mi pelo de leona
un traje de princesa arcaica
fuera de estereotipos, ni situaciones repetidas
es mezclar entre lo divino y lo sagrado
y reírse del minuto más de vida
así es mi mundo
y estoy feliz de vivirlo,
pero busco y rebusco
me veo como un perro mordiéndose la cola
con una realidad que no me convence y con un mundo
que me ofrece estructuras
mi inconsistencia interna
así soy
inconsistente, poco constante
alejada de cualquier tipo de dominación
menos de una
sonreír al desconocido y dejar la puerta abierta
arriesgarme hasta quedar sin aliento
para vivir en la amistad y creer en el futuro
ese futuro de ochenta años
que espero tener
y ver la vida con más calma que ahora
es que quiero entenderlo todo en un segundo
alguien puede comprender?
quiero saber la razón de un perfil o un rostro humano
entre la ventana de un bus y la rama
que se movió cuando el árbol estaba allí
quiero entender la raíz de ese edificio,
es mucho pedir?
es mucho?, quiero mucho,
y no me entienden,
tengo la enfermedad de la juventud,
quiero pronto ser vieja
para pensar en el pasado…
otra vez es mucho pedir?…

10.9.12

Esta será la probable portada de Amalgama


En medio de mi despedida a mis 31 años me detengo un momento para decir gracias por la vida y también por decir o más bien contar que me encuentro a semanas de publicar Amalgama. Mi libro de cuentos.
Decidí publicar porque sentía  que tenía que hacer algo que fuese completamente mío, algo que naciera de mí y me retratara, me expusiera quizás a mostrarme ante los otros.
Primero busqué cuentos, recopilé mis escritos de años atrás y poco a poco sentí el bichito de publicar. Un día me encontré en el metro con Marcelo Valdés y se me ocurrió la idea de plantearle mi proyecto de publicar una compilación de cuentos.

Paredes, por ejemplo, es para mí uno de los cuentos que más me representa, ahí siento la sensación de exclusión, la sensación de fealdad, escasez de espacio físico, el sentirme encerrada y fuera de lo convencional, siento que esos son los temas o el lev motiv de mi escritura, el motor de mis letras. Ese cuento nació una tarde, lo escribí de corrido, en el segundo piso de la casa de mis padres en Pudahuel. Esto fue en los años noventa, yo misma me siento al interior de este cuento.
Hay otros cuentos como Sobre Valparaíso, que mucho no tiene que ver con la realidad, es casi lo que no quiero que ocurra en Valparaíso, no quiero que se lleven los adoquines, no quiero que el próximo alcalde sea una persona sin conocimientos frente al gran patrimonio que en sí misma la ciudad contiene, es un escrito algo desvirtuado de la realidad que mi mente pensó en algún momento, pero sin duda es un texto, o un  manojo de imágenes que se fueron guardando en mi cabeza.

El escrito, No tengo papel, me parece surrealista, desde una escritura de aprendiz, es algo desordenado, me gusta mucho hacer eso con el lenguaje, es como tomar las seis funciones de Jacobson y decir: - Cambiemos el ritmo de las palabras, desordenemos los adjetivos, pongamos los verbos al principio de la oración, veamos en la calle a un señor con un huevo frito en la cabeza y luego pensemos en un grillo que espera agua de la montaña.
Alicia y yo, es un cuento muy especial para mí, creo que no escribiré nada al respecto porque de lo contrario el lector no llegará al final. Podría escribir más cosas, pero en realidad siento que  entre más se acerque el día del lanzamiento de Amalgama, más nerviosa me voy a sentir, es como si me fuera a casar, quizás no debiera compararlo con eso, no cabe aquí la comparación.
Quiero con este escrito despedir mis 31 años haciendo lo que más me gusta; escribir, escribir que estoy bien en este espacio, que este 2012 ha sido difícil, pero hoy tenemos una primavera airosa, aquí seguiré esperando el nacimiento de Amalgama, esperando que todo esté bien y que disfrutemos este bello libro, mi libro.

Agradezco el profundo compromiso de varios amigos. Los nombraré a cada uno; Leo Paredes, poeta cinéfilo, quien vislumbra un futuro lleno de creatividad, un promotor de lectura hasta las venas, un amigo de aquellos, gracias Leo por tu ayuda en las correcciones de este libro y la creación del Prólogo, agradezco también a Felipe Fruna, un excelente diseñador gráfico, gracias por crear la portada de este libro, tu talento es increíble, tuviste la capacidad de tomar los personajes de los cuentos y llevarlos a una imagen armoniosa, femenina y bella, ¡gracias Fruna! Tambien no puedo dejar de mencionar a Los Pájaros verdes, entrañables pajaritos con ideas infinitas y puntos de vistas bellos, locos, chistosos, conversadores, lindos, todos lindos, sin ustedes Santiago no sería lo mismo, ustedes hacen ciudad.

Agradezco también a mis dos editores, Marcelo Valdés, por creerme, por creer en este proyecto y por escuchar mis ideas durante el desarrollo del libro, agradezco también a Gustavo Bernal, quien con mucha seriedad y dedicación ha tomado a Amalgama buscando crear un objeto de arte, Amalgama sin duda, es de ustedes también. Que siga creciendo La polla literaria que ya ha publicado a tantos y tantas, que que nazca la Editorial del Pájaro Verde, un reciente desafío.




También quiero compartir unos verso que escribió el poeta Erick Pohlhammer una tarde en que le conté por correo electrónico que estaba escribiendo este libro.

Hoooola   ola   increíble      qué  oceánica  noticia   auspiciosa

 pájara verde      será   júbilo eterno   verte   verte   allí   allí allí  Polla  Valverde

                       amalgamado a tu libro desde  ya    yo  estoy que ardo

                                   de  que  le cuentes

al reflejo de la  luna en el agua       la historia de la rosa  de la risa   adyacente



Y bueno, a todos los que me conocen y a veces me ven como un personaje, de seguro seguiré como una pequeña saltamontes buscando ideas, escribiendo en mis pequeñas libretas, dejando plasmadas las imágenes que se quedan en mí o hacen ruido en mí y las llevo al papel. A mis padres, mi hermano, mis amigos, mis fieles amigas que siempre me escuchan y aceptan mis ideas. A todos gracias y los espero en el lanzamiento. Los quiero a todos. Silvia

11.8.12

150 años de Alicia en el país de las maravillas

Alicia en el país de las maravilla, es un libro muy especial para mí, porque es el primer libro que leí cuando tenía más o menos ocho años de edad. No sé si en aquél entonces comprendí a cabalidad la historia, pero sin duda que al entrar al mundo de Alicia y recorrer sus episodios, junto a la reina de corazones, una voz que da miedo, es controladora, mandona, excesivamente dominante, histérica, más otras tantas situaciones angustiosas que vive Alicia estando cerca de ella. 

A su vez episodios de empequeñecimiento, otros opuestos donde crece y crece,  Alicia en medio de un bosque, entre personajes extraños como el Conejo blanco, El sombrerero loco, el gato de Cheshire, la reina de Corazones y muchos más que hacen que la niña viva situaciones inesperadas, fortuitas e ilógicas.

Es impensable imaginar que un conejo realiza la celebración de un no cumpleaños, de ser así, en nuestras vidas podríamos celebrar 364 días al año de un no cumpleaños, sería una buena excusa para juntarse con los amigos y comer torta en las tardes. Alicia vive esta experiencia, en medio de una inusual fiesta, donde las tazas de té se caen, donde el conejo habla y grita argumentando que está atrasado para llegar a un lugar que no se sabe donde es.
Esta extraña celebración es solo el comienzo de una seguidilla de hechos anormales. En este libro, Carroll crea un mundo fantástico que no es similar al que vivimos, se  trata de mezclar la lógica con la realidad, y eso es, entre muchas razones, la que hace que como lectores nos interesemos en llegar al final de la obra.

Tim Barton llevó al cine este clásico, presentando en el año 2010 el film, Alice in Wonderland, la cual provocó diversas opiniones de críticos de cine y del público el general.

En la música podemos encontrar la canción titulada Write Habbit, traducida al español como Conejo blanco,  de Jefferson Airplane, la canción habla de las diferentes mutaciones que vive Alicia,  la canción habla sobre el conejo, la oruga, el tablero de ajedrez, de este mundo alucinante que la rodea. Esta melodía habla de la lógica y sus dimensiones y le recomienda a Alicia que cuando vea a la reina fuera de sus casillas, mantenga su mente bajo control. Jefferson Airplane es una banda que nace en San Francisco, EE. UU en la década de los sesenta.


Antecedentes de Lewis Carroll. Su verdadero nombre es Charles Lutwidge Dodgon,  nace el 27 de enero de 1832 en Daresbury, Cheshire, Inglaterra. Fue hijo de un pastor protestante, fue el mayor de 11 hijos. Se dedicó a las matemáticas, la fotografía y las letras. Fallece en Guildford, Surrey, el 14 de enero de 1898.
Cuenta la leyenda que todo comenzó el 4 de julio de 1862 cuando Carroll llevó a pasear por el  río Támesis, a las tres hermanitas, donde él les contaba las aventuras subterráneas de Alicia. Una de las niñas, al escuchar la historia le pide que la escriba ese cuento que había improvisado recién. Ocho meses después estaba terminado el manuscrito que se convertiría en una de las obras más célebres de la literatura universal. Esta obra ha sido analizada desde diversas perspectivas. Mucho se ha escrito sobre Carroll, de los simbolismos de la obra, la lógica de sus sofismas, incluso de las motivaciones psicoanalíticas ocultas en el texto. Este año se celebra el centésimo quincuagésimo cumpleaños de la creación de este libro, este escrito es para sumarme al homenaje de este gran clásico de la literatura, dejo música y saludos a los lectores  de Alicia

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17.7.12

Derridá y la deconstrucción del lenguaje


Al  leer a Derridá, comprendo sus estudios sobre la reconstrucción del lenguaje.  En palabras simples quiere decir, o quiere observar como la sociedad da centros a ciertos referentes, ya sean políticos, religiosos, culturales, entre otros, sin embargo ese centro de atención a estos dogmas deja fuera otros centros, u otras formas de representar la cultura en lo marginado.

Derridá de una forma brillante, hace que observemos lo que nadie observa, la periferia por así decirlo y desde fuera destruye y hace cuestionar lo que muchos consideran normal, único, parte de. Él autor nos hace pensar en lo opuesto, en ese otro olvidado, su perspectiva de la cultura y de cómo los individuos se manifiestan en ella es genial porque logra el cuestionamiento en los focos de atención en los occidentales.
Esta genialidad fue mostrada al mundo en el año 1966, cuando Jacques Derridá en la Universidad Jhons Hopkins,  asestó su gran golpe filosófico maestro. Puso en tela de juicio toda la historia de la filosofía occidental.

Derridá irrumpió en la escena científica con la publicación de tres libros: “La escritura y la diferencia”, “De la gramatología”, y “La voz y el fenómeno”. Desde entonces, el movimiento intelectual que generó, conocido como desconstrucción, ha despertado admiración y criticas en todo el mundo, modificando la manera de pensar de muchos filósofos.
Jacques Derridá nació en El – Biar, Argelia, en 1930, año en que apareció el segundo manifiesto surrealista; en que salieron a la luz las obras de Kafka; en que Hemingway era muy leído; en que Cantando bajo la lluvia se escuchaba en todas las radios y se inventó el flash para sacar fotos. Derridá provenía de una familia judía, sus padres eran Aimé  y Georgette Derridá, de niño vivió en una mansión situada en un lugar que llamaba “Edén”. Sufrió la represión del gobierno de Vichy, fue expulsado de su instituto por motivos racistas. Quizás el hecho de ser expulsado de su instituto y obligado a abandonar otro por no tolerar el antisemitismo reinante le provocaría sensibilizarse ante el problema de la identificación, de lo central y marginal, conceptos que habría de dominar su pensamiento filosófico en su madurez. Adaptación página 12. Ese trauma lo ayudaría a construir su personalidad.

Si Derridá logró revertir gran parte del pensamiento occidental, fue porque partió de las teorías de Nietzsche, Freud, Heidegger y Saussure.

¿Qué es la deconstrucción? El término suele referirse a una lectura que apunta a la descentralización, es decir a desenmascarar la naturaleza de todo centro.
Según Derridá, todo el pensamiento occidental se basa en la idea de un centro: un origen, una verdad, una Forma Ideal, un Punto Fijo, un Móvil Inmóvil, una Esencia, un Dios, una Presencia, que se puede escribir con mayúscula y que garantiza todo significado. p. 23
Para el semiólogo, el problema de los centros es que intentan excluir y que al hacerlo ignoran, reprimen o marginan a otros (que pasan a ser lo Otro). En las sociedades en las que el hombre es la figura dominante, él es el centro, y la Mujer es el Otro marginado, reprimido, ignorado. El deseo de tener un centro origina opuestos binarios, de los cuales un término es central y el otro, marginal. Además, los centros quieren definir o fijar el juego de los opuestos binarios. p. 25

Ejemplos de opuestos binarios;
Catolicismo, Judaísmo
Hombre, mujer
Comuna de providencia, Comuna de Cerronavia

Al hablar sobre los “opuestos binarios no se refiere al antónimo de la palabra, se refiere al concepto que encierra la palabra, lo que está en el centro y si algo está en el centro, hay un X concepto que está siendo marginado.
Quizás un ejemplo de los opuestos binarios sea lo que pasa en los reality show. Cuando ingresa a un reality una persona desconocida, basta con mostrarse frente a las cámaras muchas horas para que luego la sociedad lo reconozca como un centro. Es algo así como un desconocido que pasa después de un trabajo visual ha ser conocido, a ser parte de los otros y a ser reconocido por las personas que ven televisión.
Sería interesante definir los distintos centros de la sociedad chilena, los cuales mandan la tendencia de la gran mayoría y define cómo se comporta o como debiera comportarse  la gente en sociedad.
Según mi comprensión lectora Derridá y sus ideas en torno a la Deconstrucción del lenguaje, se enfoca en el centro , se refiere a un punto fijo que posee x cultura, al ocurrir esto, inmediatamente se marginan otros puntos, u otras formas de representación de la cultura.

Derridá postula que toda la tradición occidental, la historia del logocentrismo, es una vasta metafísica de la presencia.  p. 40
Logo, se define como “persona versada o especialista en lo que el primer elemento indica” Ejemplo; Psicólogo, entonces el concepto logocentrismo, es el centro de la cultura Occidental, por así decirlo.
Pero a  los occidentales nos cuesta aceptar los vacíos. p. 17  Toda la razón Derridá, toda la razón está contigo.

Estas ideas las leí en el libro Derridá para principiantes, en donde se reúnen las primicias del autor, se habla de lingüística,  el significado de las palabras, las funciones del lenguajes, filósofos y sus diferentes pensamientos, estructuralismo, postmodernistas, lo que sin duda nos hace pensar en que a veces lo que pensamos o lo que decimos puede ser visto desde variadas perspectivas y que sin duda nos hace, al menos en mi caso, cuestionar mi capacidad de análisis frente a todas estas teorías, quizás desde algún punto podamos acercarnos a la realidad. Derridá, despierta nuevas inquietudes que sin el placer de la lectura sería imposible hallar.


3.7.12

Formas de volver a casa, la última novela de Zambra

Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla. Alejandro Zambra



Formas de volver a casa es el último libro escrito por el chileno Alejandro Zambra. Publicado por la Editorial Anagrama en el año 2011.

Hace tiempo que quería leer este autor y considero que escribe en forma muy simple, clara, con buen humor, es como sentir cerca al escritor, me agrada eso. Además refleja muy bien lo que es Chile, lo que pasó en dictadura, lo que pasó en el régimen militar, como dicen algunos. El contexto de esta historia está delimitado en la Comuna de Maipú, en la década del ochenta más o menos. Cualquier persona que viva en Maipú se podría sentir muy reflejado en esta novela, ya sea por el templo de Maipú, así como tantos otros lugares conocidos y transitados por la gente de ahí.

Zambra retrata los distintos Chile que existen. Escribe sobre la gente que se convirtió en cómplice del General Pinochet, gente que prefirió no hablar, que siguió viviendo en Chile como si no estuviese pasando nada y por otra parte la gente que era víctima del dictador y que intentaba sobrevivir.

Es imposible leer esta novela y no sentirse o verse reflejado en ella. Yo nací en el año ochenta, por ende sentí que habían muchos espacios en la novela donde me sentía identificada, ya sea por buscar lo que pasaba, por querer saber del país dividido en el que nací, por saber el significado del Plebiscito y otras preguntas que me hice en la niñez.

Zambra, a su vez,  tiene la gran capacidad de mostrarnos como funciona el espacio en la ciudad. Cuando nos dice..."Nunca había ido tan lejos de casa y la impresión poderosa que me produjo la ciudad es de alguna forma la que de vez en cuando resurge: un espacio sin forma, abierto pero también clausurado, con plazas imprecisas y casi siempre vacías, con gente caminando por veredas estrechas, concentrados en el suelo con una especie de sordo fervor, como si únicamente pudieran desplazarse a lo largo de un esforzado anonimato". p. 45 - 46.
Me encantaría que este fragmento lo leyeran los ingenieros, los arquitectos o la gente que tiene dinero y está interesada en este tipo de negocios, me encantaría que comprendieran como se puede sentir un ciudadano en esta ciudad, hoy a merced de carreteras, de miles de autos, escasez de parques, una ciudad a veces solitaria para el caminante. De seguro un semiólogo comprendería esto, según el límite de la frontera, la periferia, el centro, los espacios son tan disímiles, como si la ciudad estuviese diseñada solo para algunos, como si estuviésemos destinados a un Chile clausurado, me parece interesante las inquietudes que despierta Zambra. Muy interesante.

El argumento central de la obra está anclado en Claudia, y él escribe sobre ella para recordar, me hizo recordar a Carlos Droguett, cuando comenzaba la novela Patas de perro, pero Droguett escribía para olvidar. Gracias Zambra, me encanta tu novela y tu prosa, tus reflexiones simples, la construcción de realidades que haces, muy simple tu obra, me sentí agradada leyéndote.


“Claudia tenía doce años y yo nueve, por lo que nuestra amistad era imposible. Pero fuimos amigos o algo así. Conversábamos mucho. A veces pienso que escribo este libro solamente para recordar esas conversaciones”. Pag. 14

Estoy seguro de que esos profesores no querían entusiasmarnos sino disuadirnos, alejarnos para siempre. No gastaban saliva hablando sobre el placer de la lectura, tal vez porque ellos habían perdido ese placer o nunca lo habían sentido realmente. Se supone que eran buenos profesores, pero entonces ser bueno era poco más que saberse los manuales. Pag 57 – 58

Viví en pensiones o piezas pequeñas y trabajé en cualquier cosa mientras terminaba la universidad. Y cuando terminé la universidad seguí trabajando en cualquier cosa, porque estudié Literatura, que es lo que estudia la gente  que termina trabajando en cualquier cosa. P.87


Ricardo Piglia ha dicho sobre Alejandro Zambra: «Un escritor notable, muy perceptivo frente a la diversidad de las formas».

18.6.12

Letras under producidas en Santiago de Chile buscan lectores


Recién comienzo a leer letras nuevas, al estilo  under publicadas por la Editorial Chilena La polla literaria dirigida por Marcelo Valdés y otros personajes que aún no tengo el gusto de conocer, pero no faltará el momento para al menos tomar una cerveza y hablar de lo mucho e interesante que está pasando en medios alternaticos y entre gente que busca publicar y hacer algo por el infinito mundo de las letras.

Entre ellos tengo un libro de poesía, publicado en enero de este año, que se titula La vitrina sin cristal, escrito por Leo Paredes, y coeditado por la Editorial El pájaro verde. Este libro de poesía contiene versos que a mi gusto te acompañan en las más diversas circunstancias. Al citar el verso “En cada vaso de vino hallamos alguna verdad”, p. 14 Me hace inmediatamente asentir con la cabeza y decir, si, es cierto, en cada vaso de vino algo ocurre, algo pasa, algo me recuerda, algo hablo, o algo cayo, como si los recuerdos pasaran por mi cabeza sin imaginar porque aparecen y evocan imágenes dignas de ser pensadas frente a un vaso de vino.

También tengo en mis manos el libro Relatos biolentos, publicado en noviembre del 2010, del autor Adrián Barahona. Aquí se profundiza en la estética de lo que algunos llaman “Realismo cuático”, sus textos y el lenguaje que aquí presenta Barahona, semeja un algo netamente chileno, porque al decir o al hablar de “realismo cuático” como chilena interpreto que puede ser una frase que nace del lenguajear del autor, lo que no me hace ruido, ya que en Chile, al hablar jugamos mucho con las palabras, me parece muy interesante crear este modismo y descubrir las más diversas historias que Relatos biolentos entrega.

Y el último que cayó como por arte de magia en la mesa del comedor de mi casa, se titula Dolores de Cabeza de Pepe Calderón, publicado en septiembre del 2010. Dejo un fragmento que me gustó: “El sol, poderoso, penetra insolente por una ventana de cortinas azules. Su rayo crea figuras en la muralla, siniestras por el viento y la oscuridad del lugar”. p. 37

Conversando con Marcelo largo rato, me cuenta que este año se publicarán  otros libros, me gusta eso, me gusta que hayan personas que estén mostrando lo que hacen, independiente de la crítica, independiente de si los libros tendrán algunas trascendencia, independiente de si alguien da algún juicio, o si dice le gusta o no le gusta. ¿A qué otra cosa puede exponerse alguien cuando publica un libro?

Así que como decía Bolaño: “Resistid libros”… y agrego patudamente…aguanten libros que aquí estaremos esperándolos, curioseando entre sus versos y sus anti versos, en sus rimas no rimadas, o entre sus versos logrados, o en sus párrafos bien desarrollados, o en los verbos mal usados, pero buscando, pero creando, naciendo desde alguna realidad, dejándonos aquí entre la ficción y algún rollo personal, entre una buena anécdota, digna de ser escrita, o en una mala historia que se transformó en algo legible, o entre descripciones, lugares comunes, no comunes, buenos carretes, peleas, amores por una noche, entre otros textos albergados por  la editorial La polla literaria. A leer entonces se ha dicho, que muchos de estos escritos buscan lectores, ojos ávidos de imaginar escenas, ojos que prefieren leer letras que mirar a otros, ojos que se esconden en páginas, ojos que ven y piensan, ojos que huelen, que hablan, que besan, que piensan colores, ojos como gatos que maúllan por un libro.

7.3.12

Miss Amelia...me agradó este personaje



La balada del café triste se sitúa en un pueblo donde no hay nada que hacer. Allí vive Miss Amelia, una mujer bastante especial, amante de los negocios, los pleitos y con una historia de amor muy particular, tuvo un matrimonio breve, duró tan solo diez días, y en el pueblo no saben porque esta mujer fracasó sentimentalmente, es un enigma, quizás es el leitmotiv de este relato.

La balada del café triste, se agrupan varios de los relatos más significativos de la singular y sutil narrativa de Carson McCullers, que han accedido ya a la consideración de clásicos de la moderna literatura norteamericana y constituyen incursiones en la silenciosa, secreta y sagrada intimidad del alma de sus personajes.

Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell el legado de «una escritora trascendental.

Este libro comienza así…”El pueblo de por si ya es melancólico. No tiene gran cosa, aparte de la fábrica de hilaturas de algodón, las casas de dos habitaciones donde viven los obreros…Los sábados llegan los granjeros de los alrededores para hacer sus compras y charlar un rato. p. 7

Esta autora norteamericana describe los espacios y ambientes de una forma única, dejo este fragmento:

“Si, le pueblo es lúgubre. En las tardes de agosto la calle está vacía, blanca de polvo, y allá arriba el cielo es brillante como cristal. Nada se mueve. No se oyen voces de niños, sólo el zumbido del molino” p. 79

Carson McCullers. Nace en Columbus, Georgia, 19 de febrero de 1917, fallece en Nyack, Nueva York, el 29 de septiembre de 1967. Fue pionera al tratar temas como el adulterio, la homosexualidad y el racismo.

Su obra:

§ El corazón es un cazador solitario (1940)

§ Reflejos en un ojo dorado (1941)

§ Frankie y la boda (1946)

§ La balada del café triste (1951) [relatos]

§ The Square Root of Wonderful (1957) [teatro]

§ Iluminación y fulgor nocturno. Autobiografía inacabada (1999)

§ El aliento del cielo (2007)

§ El mudo (2007)

La balada del café triste fue publicado por la Editorial Espasa calpe. Lo recomiendo si o si.